CONSEJO DEL DIA



lunes, 30 de mayo de 2011

UN POCO DE MI...

1RA ENTREGA



Lo  primero es que sepan que crecer con un don no es fácil, tener los ojos de Dios todo el tiempo y saber que debes trabajar para él no lo es. Desde que era muy pequeña ya dentro de mí sabía que era diferente pues también en mis abuelos vi muy claramente el toque de Dios.

Entender que todos tenemos una misión en la vida y que vinimos a servir en la tierra para cosechar un privilegio en el cielo es ahora lo más fácil que podría pensar pues en la vida me a tocado vivir  un sinfín de experiencia que hacían despertar un solo deseo en mí: “ser normal”.

Cosas que me hacían ser diferente…

Mi adolescencia no fue fácil, no por problemas familiares - al contrario crecí en un familia llena de amor donde se compartía y donde nos apoyábamos unos a otros-; sino porque sentía que mi corazón guardaba muchos vacíos que al no entenderlos empecé a llenarlos con experiencias momentáneas que aunque parecieran sin valor, en estos momentos de mi vida se han llegado a convertir en grandes experiencias.

Pase por todas las religiones a las que pudiera tener acceso, al catolicismo, cristianismo, evangelismo y muchas más. ¿Buscando qué? en realidad buscando ser una persona normal, ya que nunca acepte mis dones y que siempre necesite alguien que me dijera que esas experiencias que tenía eran producto de mi imaginación o tal vez, en el peor de los casos de una posesión de la oscuridad.

Dios tiene el tiempo preciso e inteligentemente siempre nos pone en el sitio donde necesitamos estar y anquea veces pensemos que nos ha dejado con seguridad les puedo decir que en esos momento de tristeza, de vacío, de dolor, de no entender quién era verdaderamente, de sentirme juzgada; Dios jamás me dejo y fue cuando más cerca estuvo de mí, permitiéndome aprender, cuidándome y llenando mi corazón de una valentía inexplicable.

Mis raíces y mi desarrollo profesional…

Nací en Bucaramanga departamento de Santander, donde realice mis estudios y comencé mi carrera de administración de empresas en la universidad industrial de Santander, lo cual alternaba con mi trabajo ya que desde los 14 años desee tener mis propios ingresos y así aportar ayuda económica a mi casa y costear mi universidad.

En medio de este plan de vida me enamore y después de dos años me case y me traslade a la ciudad de Barranquilla, donde posteriormente termine mi carrera y emprendí una exitosa carrera profesional y personal.

A veces me asombra la forma en que Dios mueve sus fichas y como con tanta claridad nos abre las puertas en donde jamás el ser humano cree. Toda la vida soñé con ser exitosa y brillar en el campo profesional, -así se dio-  antes de graduarme ya gerenciaba una empresa en Barranquilla

Recuerdo que visite una iglesia cristiana por motivos laborales y no sé cómo me vi envuelta en una alabanza que para mí en ese momento era un completo show, cabe resaltar que he sido bastante incrédula. Allí en medio de una algarabía pensaba en lo ignorante que eran esas personas al creer a un hombre dotado de cualidades de liderazgo que lograba manipulaba la fe de aquellas personas lo seguían como si fuera el mismo Dios.

De repente en un momento de silencio, una persona se acerco a mi y coloco sus manos sobre mi cabeza y empezó a hablarme; entre todo lo que me dijo hubo algo que me inquieto por muchos días, el mensaje fue contundente:”TÚ ME SERVIRAS EN EL CAMINO DE LA FE, PUES YO HE PERMITIDO QUE SEAS QUIEN ERES PARA QUE ME AYUDES A GUIAR A ESTAS PERSONAS”. Continuará...



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